15/9/14

elegir el país... ¡qué difícil!

En esta ocasión os traemos una reflexión sobre algunos de los motivos por los que escoger un país y no otro de una madre que ya ha elegido el país de origen de su futuro hijo, Polonia.

Son pocas las informaciones que tenemos sobre la adopción en Polonia así que encontrar un blog como el de la autora de este texto con información que va actualizando siempre es interesante.


Como siempre que reproducimos un texto, éste no representa las ideas de la web, pero pensamos que todos los puntos de vista nos sirven de reflexión.


Elegir país….¡qué difícil!


No es suficiente con no ser racista, o serlo, para elegir el país de donde vendrá tu hijo. Ni que te pille cerca o lejos, ni que sea un destino paradisiaco, ni los precios , ni que los famosos exhiban orgullosos sus hijos adoptados… elegir país de origen de tus hijos adoptados es muy complicado. En nuestro caso, y creo que fue un factor que nos facilitó mucho las cosas, no teníamos ninguna preferencia, ni prejuicio, ni ideas previas de la casuística de los países que “ofrecen” niños en adopción.


El primer choque contra la realidad lo tienes cuando en la reunión informativa te dan la documentación general y uno de los documentos es un dossier de unas 8 o 10 páginas donde te explican país por país los requisitos de cada uno de ellos. Nosotros queríamos formar una familia y cada país de la lista parecía más complicado que el anterior. Descartando con cuidado, nos quedaban Rusia y Colombia.

Nuestra primera opción fue Rusia. Mi amiga Ruti me dio el contacto de una compañera suya cuyo marido había formado una ECAI , se acababan de establecer en Madrid y estaban autorizados para gestionar adopciones con Rusia. Perfecto. Son trámites que requieren de alguien de mucha confianza. El primer contacto lo tuve yo con ellos ya que tienen un horario un poco complicado para gente que trabaja por la tarde y mi marido no logró llegar a tiempo así que le tuve que pedir a mis padres que me acompañaran. Me iban a dar la información más importante de mi vida y no podía estar sola. ¿Y si me perdía algo? ¿Y si las ganas ocupaban el lugar de la razón cegándome a lo importante? Tras la reunión tuve más dudas que fui consultando con ellos por email. La verdad es que al principio fueron muy amables pero poco a poco sentí que perdieron el interés en mí... así que yo en ellos también. Nos jugamos mucho, nos jugamos todo. Más de todo que nunca. 


De forma paralela buscamos información de Colombia. ¡Qué buena pinta!: procedimientos claros, idioma común, un solo viaje, el único “pero” eran los 6 años de espera de media, pero qué se le va a hacer, nadie dijo que fuera fácil.  Poco apoco nos íbamos ilusionando con lo que aprendíamos y decidimos que Colombia sería el país de origen de nuestro hijo. Es un país con el que además tenemos cierto feeling porque mi amiga Valle tiene familia colombiana y siempre habla maravillas. Una tontuna como otra cualquiera, pero parece que en ese estado de búsqueda de motivaciones por un país, así en bruto, pues cualquier detalle parece importante; me moría de ganas de contárselo.

Nos dio tiempo a conocer dos ECAIS que nos informaron y ambas nos dieron muy buena impresión, lástima que a mitad de la segunda charla nos dijeran que esa misma mañana se “cerraba” Colombia, llegábamos tarde. Fueron unas semanas muy complicadas, ¡antes de empezar ya estábamos perdidos!

Volvimos a la opción de Rusia cambiando de ECAI, y esta vez sí que la nombro: Creixer Junts. Contactamos con familias que habían adoptado allí recientemente y hablaban maravillas, pero maravillas de las que se centran en la profesionalidad. No me refiero a atajos, niños perfectos…tengamos los pies en la tierra.

Fuimos para hablar de Rusia y fue entonces cuando, por nuestra edad y circunstancias,  nos contaron que Polonia podía ser otra opción, que lo pensáramos. Lo mejor es que habíamos descartado este país inicialmente porque en la documentación de la CAM decía que un requisito obligatorio del país era “llevar cinco años casados por la iglesia”. Y ni una cosa ni la otra.

Poco a poco fue como si desde la ECAI nos abrieran una nueva puerta que nos iba gustando cada vez más. Hay una característica muy especial de Polonia y es que pertenece a la Unión Europea, “es de los nuestros”. Se establecen unos criterios bastante razonables para seleccionar a las familias que criarán a sus pequeños y confían en lo que desde otro país de la UE les dicen; si tras una serie de entrevistas y estudios realizados por profesionales españoles somos idóneos, para ellos también. No necesitan hacer sus propias pruebas y someter a los futuros padres a más estudios y al estrés asociado a los mismos.

Pero lo más importante es que envían los expedientes de los niños completos y especificando cada detalle, son cuidadosos en su elaboración y están pendientes de los pequeños durante el tiempo que pasan con ellos. Cuando los futuros padres reciben asignación tienen toda la información para tomar la gran decisión. He leído que en algunos países los “hinchan” para que los niños tengan una salida más fácil a la adopción internacional (al no ser perfectos, los rechazan en sus países) y otros que por el contrario, ocultan enfermedades o problemas para que no se rechacen también en la adopción internacional.

Para elegir el país de origen de tu hijo, necesitas lograr confianza con la ECAI, el país y las instituciones y para ello lo mejor es informarse en el máximo de fuentes posibles… de otro modo, seguramente será un calvario.



2 comentarios:

  1. Muchas gracias por publicar la entrada. Encantada de poder contribuir con este portal y por supuesto a disposición de cualquier familia que pueda tener dudas con esta parte del proceso.

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